octubre 10, 2025

Tras un fallo de la Corte, pidieron la detención del iraní que operó en Argentina una red internacional de documentos falsos

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Vendía cédulas de identidad y pasaportes para facilitar el tráfico ilegal de personas en todo el mundo. Cuando llegó al aeropuerto de Ezeiza saltó una alerta naranja, pero igualmente logró ingresar al país

La fiscal general Gabriela Baigún solicitó este miércoles la inmediata detención y prisión preventiva de Sajjad Naserani, un iraní que se hizo pasar por ciudadano israelí para entrar al país y que se dedicaba a vender pasaportes apócrifos para facilitar el tráfico ilegal de personas. La Corte Suprema de Justicia de la Nación confirmó recientemente su condena a cuatro años y seis meses de cárcel por asociación ilícita, falsificación y uso de documentos públicos falsos.

Según consta en la causa, el grupo delictivo que integraba el iraní estaba compuesto por al menos cinco personas. Esta organización se dedicaba a falsificar documentos y pasaportes que usaban o vendían a personas de distintas nacionalidades. Además compraban pasajes de avión con dicha documentación, la que también entregaban a los clientes.

La fiscal Baigún interpuso un recurso de casación contra esta decisión, el cual fue resuelto favorablemente por la Sala II de la Cámara Federal de Casación Penal en diciembre de 2021, instancia en la que se sumó el delito de asociación ilícita y, por ende, la condena pasó a ser de cumplimiento efectivo.

La fiscal general Gabriela BaigunLa fiscal general Gabriela Baigun pidió la detención del iraní condenado

La caída del falsificador

Sajjad Naserani llegó al aeropuerto de Ezeiza en marzo de 2019 junto a quien sería su pareja, Mansoreh Sabzali, ambos de nacionalidad iraní. Llegaron en un vuelo de Air Europa procedente de Madrid. Cuando los registró la Dirección Nacional de Migraciones, detectaron que los pasaportes que tenían, a nombre de Rivka Toledano Netanel Toledano, se habían reportado como robados.

Luego de un chequeo con Interpol, las autoridades creyeron que estaban ante una falsa alarma y les permitieron el ingreso al país. Recién un mes más tarde el Departamento Interpol de la Policía Federal Argentina presentó una denuncia judicial y en menos de 48 horas la pareja fue encontrada en un hotel porteño, donde les incautaron los pasaportes, documentación adicional, teléfonos y otros dispositivos electrónicos.

La investigación logró probar que la actividad ilícita se desarrolló, al menos, desde noviembre de 2018 hasta el 16 de marzo de 2019, y operó en varios países como EspañaPortugalGrecia Argentina.

Naserani y compañía montaron una operación sofisticada, con ramificaciones en diversos lugares del mundo y un método muy elaborado que les permitió confeccionar una gran cantidad de documentación apócrifa.

Entre las pruebas que contiene el expediente hay plantillas de pasaportes con modelos de diversos países, fotos carnet, pasaportes “vírgenes” y otros terminados con datos adulterados.

También se halló evidencia para demostrar el perfil camaleónico del falsificador iraní. Naserani tenía una carta de identidad belga con su foto y a nombre de un tal Elias Trimini Langri. Lo mismo con un DNI español a nombre de Roberto Bautista Navarro, un pasaporte de Luxemburgo a nombre de Moulin Orane –que parecía estar en plena confección–, un pasaporte portugués a nombre de Nethanel Lemmens, y una identificación francesa también con el nombre de Nethanel Lemmens, pero con una fecha de nacimiento distinta.

No inventaban los nombres: en su mayoría pertenecen a cantantes o deportistas. Las jugadoras de la selección femenina belga de voley aparecen repetidamente, por ejemplo.

El modus operandi de la asociación radicaba en un tráfico constante de información entre Naserani y distintos contactos a fin de obtener no solo la documentación falsa, sino también pasajes y tarjetas de embarque para vuelos a nombre de los individuos cuya documentación falsificaban.

Durante la investigación se encontró un listado que el iraní condenado recibió del contacto “Jan Rambo” con nombres de personas y datos de vuelos y fechas, que iban desde noviembre de 2018 hasta enero de 2019.

Se registraron mensajes frecuentes en los que Naserani le encargaba pasajes a “Jan Rambo” para distintas personas. Parte de este listado también lo envió un contacto agendado como “Shafiq”, presuntamente vinculado a una agencia de viajes en Atenas, Grecia. Para los investigadores, estos dos remitentes eran los que gestionaban los pasajes para Naserani.

El grupo también manipuló documentos argentinos. Entre el 12 y el 16 de marzo, un contacto llamado “Mehdi Kachal 2″ envió a Naserani nueve DNI y pasaportes, la mayoría de los cuales tenían denuncia de robo.

“Frente a semejante escenario, debo indicar que la firmeza de la condena y el doble conforme de la pena constituyen una pauta objetiva para presumir válidamente que el imputado habrá de sustraerse de su ejecución. A su vez, frente a la magnitud del riesgo de fuga que se revela en autos, la única medida de coerción eficaz resulta ser la prisión preventiva en un establecimiento penitenciario”, resaltó Baigún en su presentación ante la jueza Adriana Palliotti, quien debe resolver el pedido de detención.

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