Tras estar 22 en reclusión, fue hallado sin vida en su celda del Penal de Almafuerte por agentes del Servicio Penitenciario de Mendoza
Después de pasar 22 años tras las rejas y acumular múltiples condenas por homicidios cometidos dentro de la cárcel, Enrique Hugo Montuelle Masmouk, de 45 años, fue hallado sin vida en su celda del Complejo Penitenciario N°3 Almafuerte, en Cacheuta, Luján de Cuyo. La muerte ocurrió este miércoles a las 20.05, durante el recuento de internos del módulo 5.
Los agentes del Servicio Penitenciario de Mendoza advirtieron que Montuelle no respondía a los llamados desde el interior de su celda. Estaba sentado en la cama, en posición normal, pero inmóvil. Ante la falta de reacción, se solicitó la presencia de personal médico, que confirmó su fallecimiento.
Quién era Enrique Hugo Montuelle Masmouk

La última vez que su nombre apareció en los medios fue en febrero de 2018, cuando la Tercera Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial, Minas, de Paz y Tributario de Mendoza ordenó al Estado provincial indemnizarlo con $350.000. Según la resolución, el preso había sufrido “daños físicos y agravio moral” durante su estadía en el penal de Boulogne Sur Mer.
Sin embargo, su nombre ya era conocido desde mucho antes. En 2004, Montuelle participó de uno de los episodios más estremecedores registrados en la historia reciente del sistema penitenciario mendocino: el asesinato y posterior descuartizamiento de Sergio Salinas, un preso de 24 años, corpulento, de más de 110 kilos y 1,90 metros de altura. La noche del 3 de diciembre, mientras Salinas se preparaba para lavar su ropa en una lavandería del penal, fue abordado por nueve compañeros de pabellón que habían ingerido alcohol y pastillas recetadas habitualmente a pacientes con Parkinson.
La víctima fue apuñalada más de 70 veces con facas de 35 centímetros de hoja. Una vez muerto, lo trasladaron a una pileta en desuso y comenzaron a seccionarlo en ocho partes. Luego guardaron los restos en bolsas de nylon y se fueron a dormir.
El juicio por el crimen de Salinas se celebró en 2007. Nueve acusados recibieron condenas: dos como coautores y siete como partícipes primarios del homicidio simple. Entre estos últimos figuraba Montuelle.
No sería su única participación en un asesinato carcelario. Poco después, fue condenado a prisión perpetua por el asesinato de Diego Ferranti y Gerardo Gómez, dos de los líderes del recordado motín vendimial del año 2000. Ambos internos habían sido trasladados desde una cárcel de Neuquén a Boulogne Sur Mer para declarar en el juicio por aquel levantamiento. El retorno a Mendoza fue breve. En marzo de 2006, ambos fueron atacados y asesinados a puñaladas dentro del penal.
Las múltiples condenas acumuladas por Montuelle lo convirtieron en una figura “célebre” en el ambiente penitenciario mendocino. Su vida estuvo marcada por episodios de violencia extrema, tanto contra otros internos como contra sí mismo. El paso por distintas unidades penitenciarias, los aislamientos prolongados y los múltiples enfrentamientos dejaron una huella en su salud física y mental.
La muerte de Montuelle cierra un capítulo en el sistema carcelario de Mendoza, donde su nombre quedó asociado a algunos de los hechos más recordados de las últimas dos décadas. La investigación para determinar la causa exacta de su fallecimiento continúa bajo la órbita judicial correspondiente.